A cuartos sin sobresaltos

  El Manchester City avanzó a la siguiente fase de la Uefa Champions League derrotando al Real Madrid.

 Los dirigidos por Pep Guardiola vencieron al conjunto de Zinedine Zidane por 2-1 (4-2 global), con goles de Raheem Sterling y Gabriel Jesús que fueron logrados por los dos errores de Raphael Varane en defensa, en el medio empató Karim Benzema de cabeza tras un centro de Rodrygo.

 El conjunto ciudadano inició el partido presionando en campo contrario, esto obligó al Madrid a saltear líneas y sortear pelotas largas que lleguen a benzema. Con la constante presión del City los mediocampistas del merengue fueron anulados, no se vio la influencia en ataque de Luka Modrić ni los pases filtrados que suele entregar Toni Kroos, también se vio a un Casemiro un tanto perdido sin una postura clara dentro del campo, no brindó ayuda en ataque y en defensa dejó muchos espacios.

 La ausencia de Sergio Ramos dejó claras muestras de vulnerabilidad que este equipo tiene en la línea defensiva. Más allá de los graves errores de Varane se vio una defensa abierta sin retroceso donde el City siempre llegaba al área contraria con superioridad numérica, tanto Carvajal como Mendy dejaron espacios por las bandas que el Manchester City supo aprovechar con Sterling y Phil Foden, ya que cuando estos encaraba hacia el medio arrastraban una marca y dejaban huecos que mayormente fueron ocupados por Gabriel Jesús o por Kevin de Bruyne que siempre quedaba de frente al arco con opción de remate o pase filtrado. El único punto alto en defensa para el Madrid fue su arquero Thibaut Courtois, se lo vio seguro en los remates y tuvo un par de atajadas claves en momentos complicados del encuentro.

 La postura del City siempre fue clara, presión y ataque aprovechando los espacios. Se vio un Rodri, el mediocampista más retrasado del city, varias veces en posición de ataque sobre el borde del área merengue, observando opciones de pases o posibles remates directos. Y al momento defender el conjunto ciudadano se mostró muy firme y estable con la saga central formada por Fernandinho y Laporte, esto complicaba el panorama para los atacantes del Madrid y las veces que superaron la defensa se toparon con un Ederson atento a los remates rivales.

 Anteriormente destacamos como la delantera del Manchester hacía estragos con la defensa rival, pero, ¿que paso con los delanteros del Madrid?. No vamos a caer sobre Benzema que tuvo un partido correcto, logrando el gol del empate transitorio y luchó siempre la posición contra los centrales del City. El partido de Hazard no fue bueno, no tuvo injerencia en el juego y no significó peligro para los rivales, por otro lado se vio un Rodrygo activo luego del gol del Manchester City y fue clave en el gol de Benzema con un centro preciso a la cabeza del punta francés, pero al igual que el juego del Madrid este se fue diluyendo mientras transcurrían los minutos.

 Los cambios realizados por Zidane no tuvieron efecto en el desarrollo del juego, el ingreso de Asensio por Rodrygo no cambió nada en el estilo de juego del Madrid, este siguió obligado a saltar líneas sin poder armar un ataque coordinado, y luego realizó tres cambios juntos en el final del encuentro optando por un milagro que lo lleve a remontar la serie, mientras que, la variante realizada por guardiola fue de gran ayuda en el ataque del City, el ingreso de Bernardo Silva le dio más velocidad y profundidad a los contraataques y  también tuvo sus oportunidades de convertir quedando mano a mano con el arquero belga.  

 El partido nos deja claras muestras de las diferencias de juego entre un equipo y otro, un conjunto con una idea de juego plasmada en la cancha y otro que depende de sus figuras sin un esquema o parado táctico definido.

 Por: Fabricio Oropel Lopez 

 

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